Aunque nos ha costado la vida subir y un pulmón bajar -no sabéis lo difícil que es ir a gatas por en medio de la montaña, con la sensación de que te vas a acabar "julando" para abajo- la experiencia ha sido muy gratificante. Da gusto alcanzar metas que te has propuesto, y vivir momentos que nunca habías vivido. Una vez más, me quedo con eso. La de tiempo que llevaba sin subir por la Sierra... ¡Con lo montañero que he sido yo siempre! Prometo subir muchas más veces en los próximos años.
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