Los Juegos estuvieron a punto de acabar conmigo. El cambio de horario, las numerosas tareas que hacer para varios medios, las ganas de ver todo, las noches en la redacción y el estrés propiciaron que no tuviera tiempo para ninguna otra cosa. Todo ello en plena mudanza y Fiestas de Callosa.
Pero eso se acabó. Por enésima vez, me niego a que este blog muera. He hecho una serie de cambios que espero que me hagan tener el tiempo suficiente como para actualizarlo a menudo. Lo necesito.
Solo espero que el insoportable calor que inunda Madrid estos días se vaya cuanto antes. Aunque estemos a 28 de agosto, bienvenido eres, septiembre. Y vete cuando quieras para que venga octubre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario