No señores, no se ha acabado el mundo. Hemos sobrevivido al año 2012. Sin embargo, la profecía de los mayas sigue vigente. El 21 de diciembre acabó una Era y empezó otra, la Era del Conocimiento y la Sabiduría. Esta Era da paso a una purificación absoluta en la humanidad, por el bien de nuestro querido planeta y ser vivo, la Tierra. Podríamos estar hablando de otro Apocalipsis. Las profecías mayas son infalibles, por lo tanto es más que probable que los próximos años sean los últimos de tu existencia. Y en este blog vamos a disfrutarlos al máximo ;)
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domingo, 8 de marzo de 2015

Pasión en lo que haces



Tuve la enorme suerte de encontrar mi vocación relativamente pronto. Mi cabeza era un mar de dudas cuando cursaba 3º de la ESO, porque a esa edad te apasionan muy pocas cosas. Al ser uno de los alumnos con más resistencia de la clase, mi profesora me recomendó estudiar CAFD, algo que desestimé cuando me detectaron que estaba al límite de la misma enfermedad del corazón de mi madre. Por fortuna, tenía un plan B, y con el tiempo se convirtió en mi máxima aspiración.

A mí nadie me inculcó que tenía que ser periodista. En realidad, te paras a leer textos que escribí hace diez años y me dan absoluta vergüenza. Mi padre quería que estudiara para ser profesor, como él y como su padre, y habría sido lo más fácil y sensato. Pero es que a mí lo que me gustaba era el fútbol. Tenía libretas llenas de apuntes de jugadores, álbumes llenos de fichas de los futbolistas de la Liga, partidos que veía en los bares o escuchaba por la radio. Sabía que tenía que hacer algo relacionado con aquello, costara lo que costara.

En ese sentido soy muy distinto a mi hermano, que nunca ha tenido una verdadera pasión por un trabajo en concreto y que buscó una carrera relacionada con el inglés, porque le habían repetido mil veces que era el idioma del presente, con el que encontraría trabajo seguro. A él le preocupa estar en el paro. Yo ya tengo asumido que lo más probable sea estar en el paro unos cuantos años. Pero no me preocupa. No podría hacer una profesión que no me llenara por dentro.

Como mi hermano, que se cambió de Magisterio bilingüe a Filología Inglesa, existen miles de jóvenes en España que no sienten pasión por un trabajo, y que les espera, a muy buen seguro, una vida sin motivación, sin ganas de levantarse por la mañana, sin fuerzas para hacer de este país un lugar mejor. Está comprobado que aquellos que son felices en el trabajo son felices en la vida. Son los más cualificados en su sector, los que buscan aprender, avanzar e innovar.

Este país, que atraviesa una crisis económica importante, también adolece de falta de pasión, de creatividad. Y hay que irse hasta abajo, a las guarderías, para resolver el problema. Si en China los niños son instruidos desde muy pequeños en valores como el esfuerzo y la disciplina, en España debemos potenciar la imaginación, el altruismo y el emprendimiento.

En mi Trabajo de Fin de Grado expuse que las clases en la Universidad se habían quedado anticuadas: la teoría era mucho más abundante que la práctica. Imaginen en los colegios e institutos. Desde que entré a primaria hasta que entré en la universidad, ni un sólo periodista profesional me explicó los valores que representaba este oficio, los sacrificios que conllevaba, los entresijos que guardaba. A mí lo único que me hizo entrar en la Facultad de Periodismo fue el fútbol. Ni más ni menos.

Hacen falta más charlas de profesionales, más test para averiguar la vocación del alumno, más visitas a las Universidades, más asignaturas enfocadas a trabajos concretos. Una orientación que permita a los jóvenes encontrar su camino, sin verse perdido en una carrera que entró porque no había otra, porque sus padres le obligaron, o porque estaba de moda. Por eso tengo el gran placer de ayudar en todo lo posible a José Portugués, un callosino que ha creado esta Fundación para servir de intermediario entre profesionales y alumnos. Lean la entrevista porque no tiene desperdicio.

Yo tuve suerte, pero miles de jóvenes no la tienen. Encontrad vuestra pasión, y haced de ella vuestro trabajo.