No señores, no se ha acabado el mundo. Hemos sobrevivido al año 2012. Sin embargo, la profecía de los mayas sigue vigente. El 21 de diciembre acabó una Era y empezó otra, la Era del Conocimiento y la Sabiduría. Esta Era da paso a una purificación absoluta en la humanidad, por el bien de nuestro querido planeta y ser vivo, la Tierra. Podríamos estar hablando de otro Apocalipsis. Las profecías mayas son infalibles, por lo tanto es más que probable que los próximos años sean los últimos de tu existencia. Y en este blog vamos a disfrutarlos al máximo ;)
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viernes, 30 de mayo de 2014

¡Córrete la Banda!: El sueño de cinco amigos

Recuerdo ver, hace ya años, un anuncio de esos que ponen en el acceso identificado de la web de la Universidad -esos anuncios que nadie lee- que la Radio UMH buscaba nuevos programas para la temporada del año siguiente. La cara se nos iluminó, más si cabe cuando vimos que el límite de miembros de un programa era cinco. ¡CINCO! José, Sergio, Jesús, Adrián y yo. Los cinco callosinos que habían entrado a periodismo ese mismo año. Todo encajaba.


Nos tiramos más de dos horas -sin exagerar- en clase pensando el nombre del programa que, evidentemente, iba a ser deportivo. Al final, surgió ¡Córrete la Banda!, un nombre que lo tenía todo: energía, rebeldía y pasión por el deporte. Sin embargo, el optimismo era nulo: pensábamos que ya habría muchos programas de ese tipo, y no le iban a dar uno a cinco novatos que no habían hecho radio en su vida.

Sin embargo, les gustó el piloto que hicimos. Llegamos a ensayarlo y todo la noche antes -quién lo iba a decir- para que saliera perfecto. Tuvimos cien mil fallos, incluso nos machacaron a broncas por alguna salida de tono... pero unos días después nos lo confirmaron: ¡Córrete la Banda! iba a ser programa de Radio UMH.

Un sueño de mi vida se hizo realidad. Cinco amigos haciendo un programa deportivo en la radio. La responsabilidad era máxima, porque para colmo eramos los únicos que dábamos toda la información deportiva. Eramos los Informativos de Deportes de Radio UMH. Estábamos flipando. Desde aquí hago un llamamiento: POR FAVOR, NO BUSQUEN LOS PRIMEROS PROGRAMAS DE CÓRRETE LA BANDA. Son horrendos. En ellos, hablamos cantando, soltamos burradas y metemos la pata una vez cada cinco minutos. Yo incluso hablo como un indio en una noticia de Di María: "lesión-alcance-no se sabe-Di María". No sé que habríamos hecho de no ser por Asun Niñoles, que nos revisó cada guion de la primera temporada, nos corrigió todos nuestros errores y nos mostró el camino hacia lo que no habíamos sido en la vida: profesionales.

Y a ratos, lo conseguimos. Entrevistamos a más de 47 protagonistas del deporte nacional, dimos toda la información a lo largo de tres años inolvidables, acudimos a actos publicitarios, realizamos un torneo de fútbol sala 24 horas, recogimos experiencias de los más grandes de la radio española (El Larguero y El Partido de las 12), llevamos nuestro programa a nuestra ciudad, Callosa de Segura, colaboramos en un partido benéfico para ayudar a un amigo, promocionamos a deportes y deportistas que merecían más atención de la que tenían, y además les dimos fortuna y apoyo. Creo, sinceramente, que en Radio UMH no sólo hemos crecido como periodistas, sino también como personas.


En Radio UMH dejamos muchas risas y recuerdos. Nos hemos disfrazado, hemos cantado, hemos imitado, pero sobre todo hemos sonreído delante de un micrófono. Hemos conseguido, gracias a nuestro poco sentido del ridículo, tres premios en tres años, y un 3º puesto y un 2º como mejor programa de la Universidad. Esta mañana todavía seguíamos resentidos, pero es imposible enfadarse. Hemos disfrutado como niños.

Pero sin duda, lo que nos llevamos de verdad de Radio UMH, porque siempre estarán en nuestros corazones, es el cariño de todas las personas con las que hemos compartido este sueño. Con Asun, Sonia, Eva, Laura, Martín, Borja, Esperanza, Lara... porque gracias a ellos siempre nos hemos sentido como en casa. Y va a ser un palo muy duro dejar todo esto y empezar una nueva etapa.


Esta mañana, antes de hacer el último programa, un programa especial en el que hemos recordado los mejores momentos de la mano de un rosco a lo 'Pasapalabra' y con un gran invitado (José Manuel Martínez), un programa que ha sido, para mí, el mejor que hemos podido hacer nunca; he disfrutado inmensamente de la canción de Bon Jovi, 'Lost Highway', nuestra sintonía a lo largo de más de cien programas. La he disfrutado como nunca, a pesar de tenerla aborrecida, porque era la última vez que José daría comienzo a ¡Córrete la Banda!, y con ello un final que, pese a ser irremediable, queríamos seguir aplazando.

Lo habré dicho unas 800 veces, pero es la gran verdad: Radio UMH y ¡Córrete la Banda! es lo mejor que me queda de estos cuatro años de Universidad estudiando periodismo. Como ha dicho nuestro presentador esta mañana: "Ojalá nos volvamos a encontrar". Gracias por haber cumplido el sueño de cinco amigos. Hasta pronto.


jueves, 22 de mayo de 2014

Una auténtica maravilla

Ahora mismo estoy escribiendo en caliente. Y emocionado. Tengo todo el cuerpo de punta porque hace cinco minutos que he visto el final de 'Cómo Conocí a Vuestra Madre'. Sí, hace meses que se sabe el final. Sí, he hecho lo indecible por no enterarme para poder verlo en español. Y sí, ahora estoy con mi nuevo móvil y mi viejo móvil apagados porque tenía miedo de meterme a Twitter y leer el final. O que alguien me lo dijera por Whatsapp. Pero acabo de verlo y no se me ocurre otra cosa que ponerme a escribir.


Mentiría si dijera que 'CCAVM' no es la serie que más me ha maravillado en toda mi vida. 'Maravillarme' es la palabra. Una serie te gusta, puedes reírte con ella, puedes emocionarte con alguna escena de suspense e incluso puedes engancharte hasta verte una temporada entera del tirón. Pero cuando una serie te maravilla, nada de eso tiene que ver. Empecé a vestirme con camisa y camiseta por Ted Mosby. Empezó a gustarme Nueva York por la forma en la que hablaban de ella los personajes. Empecé a celebrar el Día de San Patricio el día que entró Barney por la puerta con un traje color verde. Cada año veo la Super Bowl porque Ted, Marshall, Lily, Barney y Robin quedaban para verla todos los años. Incluso convencí a mis amigos para calcar el capítulo en el que la ven juntos un lunes sin enterarse del resultado, con alitas de pollo y cerveza. 

Podéis preguntar a quien queráis si, yo, lo asocio todo a esta serie. Prácticamente me sé cada escena. He aprendido a querer a los cinco, cada personalidad, cada detalle que le hace especial. A Ted por su manía de ser detective, de decir 'Enciclopaedia' en lugar de 'Enciclopedia', de amar la ciudad de Nueva York, de enamorarse de cada chica que conocía. A Mashall, por su inocencia, por su amor a los seres mitológicos, por creer en los fantasmas, por ser 'Super Choco' y luchar por el medioambiente al mismo tiempo, por querer a alguien tanto como para decirle lo que ha hecho a cada segundo. A Lily, por querer controlarlo todo, por luchar por la justicia, por querer tanto a alguien como para mandarle mensajes de ánimo con el móvil mientras está en el lavabo. A Barney, por los trajes, el laser tag, el manual de juego, la idea de que en el fondo de su corazón ama todo lo que no cree amar. A Robin, por no dejar nunca de ser canadiense, por sus horribles trabajos como periodista, por su afán por las armas y no temer a todo un huracán, por haber podido anteponer su amor al trabajo.

Cuando hace unas semanas volví de Montpellier, decidí ver todos los capítulos que me quedaban cuando salieran todos en español. Samuel, Fenoll y Sara, entre otros, ya los habían visto en inglés, y les agradezco todo por haber conseguido no decirme una sola palabra. Tenía apuntada la fecha del último capítulo: 28 de mayo. Pero ayer, sobre las 22:30, Sara me dijo que esa noche había doble capítulo: el penúltimo y el último. No me lo podía creer. Lo comprobé y era cierto. Entonces dejé todo, absolutamente todo lo que estaba haciendo y me puse a ver capítulos. No los cinco o seis que me quedaban, sino la mayoría de los momentos clave de las nueve temporadas. Llegué a la última temporada cuando eran casi las cuatro de la mañana. Entonces ya había apagado los móviles. Me acosté, no sé cómo me dormí, y esta mañana me he visto los que me faltaban.

Estaba seguro de que el final me iba a gustar. Es verdad que la última temporada es la peor de la serie, pero yo ya era un protagonista más, y cada cosa que pasaba, cada detalle que no se supo en su momento y rescataron para el final, me erizó siempre. Pero no lo esperaba, para nada. Estaba convencido de que iba a pasar lo que iba a pasar, y habría sido hermoso. Pero lo que en realidad pasó fue más hermoso todavía. Recuerdo mi cara, hace unos minutos. Estaba gritando por dentro que sí, que pasara eso, por favor. Y pasó. A mí, en la vida, y mira que he tenido momentos alucinantes, JAMÁS se me había puesto todo de punta. Desde los pelos de la cabeza hasta los de los pies. Entonces entendí que, la mejor serie que yo había visto nunca, pudo incluso superarse así misma.

Creo que no habrá en mi un vacío existencial ahora que ha acabado la serie. Porque 'Cómo conocí a vuestra madre' ya forma parte de mí. Y tengo la suerte de poder ver cada capítulo, una y otra vez, y disfrutarlo como la primera. Soy muy afortunado.

PD: Sólo le voy a poner una pega. ¿De verdad nos vamos a quedar sin saber lo del incidente de la piña? ¿EN SERIO?


lunes, 19 de mayo de 2014

Tricampeón de la Peña 'Comeboyos'

Un año más, y ya son tres. Desde que se nos ocurrió realizar una peña en la Liga Fantástica Marca y jugarnos dinero entre nosotros, he conseguido ganar el bote final -ronda los 100 euros- en tres de cinco campeonatos. 


Este juego forma ya parte de mi vida, nunca olvidaré las tardes viendo fútbol, los piques porque ha metido un jugador u otro, las victorias por un punto o por medio... Cada vez somos menos en la famosa peña 'Comeboyos', creada por mi primo Fran, y en la que ya solo quedan diez miembros, que el año que viene serán menos. Cada verano parto con el miedo de que la peña se desintegre. Ojalá que no pase, pero parece que poco a poco llega su fin.


Una última cosa: tengo la tradición de que, cada vez que gano un título, pongo el último XI con el que acabo ganando. En esta ocasión no lo pegaré en forma de foto porque este año no me gusta como están situados los jugadores para ficharlos -ya me quejé en septiembre-, así que los enunciaré.

- 09/10: Aouate, Piqué, Lopo, Nunes, Marcelo, Pedro, Pedro León, Canales, Cristiano Ronaldo, Higuaín y Osvaldo.

- 11/12: Courtois, Jordi Alba, Varane, Adriano, Isco, Michu, Borja Valero, Weiss, Messi, Nino e Higuaín.

- 13/14:  Pinto, Miranda, Arribas, Carvajal, Aleix Vidal, Roberto Torres, Lafita, Illarramendi, Messi, Vela y Javi Guerra.


domingo, 11 de mayo de 2014

Eurovisión mola mucho




Sufro mucho con Eurovisión. A diferencia de la mayoría de gente, yo prefiero olvidarme del 'politiqueo', de los posibles amaños (que por cierto, han sido desmontados por un estudio británico), de que todo está prefabricado y siempre ganan "los países del Este". Prefiero pensar, y además lo pienso, que el Festival de Eurovisión es una oportunidad más de unir a todo el continente en un solo escenario, y compartir la música que representa a un país, una música que ellos han escogido para mostrar a millones de personas. Creo en esos cantantes, que en su gran parte han soñado siempre con estar en el Festival, y que lo han dado todo hasta conseguirlo. Creo en una organización espectacular, que no entiende de fallos técnicos, que realiza un despliegue magnífico a lo largo de todo el certamen, y que convierte el escenario en un auténtico espectáculo de luces, sonido y una magnífica puesta en escena. Sí, Eurovisión mola mucho.

Y este año tampoco ha defraudado. Sí, recordaremos este Festival por aquel que ganó una mujer barbuda de Austria llamada Conchita, y no por su espectacular voz que maravilló a toda Europa. Ganó porque lo mereció, como también lo pudo haber merecido Sanna Nielsen, de Suecia. Los cantantes holandeses Ilse DeLange y Waylon, que juntos forman The Common Linnets, lograron un subcampeonato sorprendente.

Fue una noche magnífica, en la que hubo de todo: un grupo islandés llamado 'Pollaponk' vestidos con trajes de colores, unos franceses que tenían como sueño tener bigote -acabaron últimos, con 2 pts-, las gemelas rusas que hace años ganaron el festival de Eurojunior... vimos a un tipo haciendo silbar a toda Europa, a una bailarina en patines, un danés diciendo "skuba duba dabda dididaj" -ojo, era pegadizo-, una mujer tocando una flauta gigantesca y otro un piano circular...


Dije antes que este Festival de Eurovisión se recordará por la mujer barbuda. Mentí. Más bien se recordará por los 'escotes de las polacas', que quisieron romper con el estereotipo de 'frías' que mantienen desde hace décadas. "Las de Polonia", "Las Polacas" y "Viva Polonia" fueron Trending Tropic en España durante toda la noche gracias a Ola Ciupa y Paula Tumala. No, no son las cantantes, sino las dos modelos ataviadas con vestidos tradicionales eslavos que se situaron a ambos lados del escenario dispuestas a mostrar sus pechos mientras batían mantequilla o lavaban la ropa. Mítico.

Hablaba de que Eurovisión es un motivo más para la unión de pueblos, culturas y razas en Europa. Una demostración fue la canción con espíritu de himno de Molly Smitten-Downes, de Reino Unido, con "Children of de the Universe". Otros grupos y cantantes quisieron dar mensajes sociales, como el de Hungría contra el maltrato infantil o el de Malta honrando a los caídos de la Primera Guerra Mundial, que cumple cien años en 2014. Sí, Eurovisión también es un escaparate de las buenas causas.

Pero lo mejor de todo fue la actuación de Ruth Lorenzo, que rompió de nuevo con los pronósticos de todos aquellos que no tienen ni idea, que se agarran al papel de derrotados, de los que hacen el rídiculo, de los que quedan siempre "entre los cuatro últimos". Ruth no solo acabó entre las diez primeras (10º, con 74 pts), sino que además realizó una actuación magistral, de las mejores de la noche, mostrando al país que le vio nacer de lo que es capaz después de haberle rechazado mil y una veces, de haber tenido que buscar el éxito en el extranjero y haber luchado contra viento y marea para conseguirlo. La cantante murciana fue aclamada en España y en toda Europa en una gran noche, una noche excelente en la que brilló bajo lluvia dorada. Ojalá no tengan que emigrar más talentos de un país que los necesita como el comer.


lunes, 5 de mayo de 2014

Callosa ES cine

Me empezó a gustar de verdad el cine hace muy poco. Hace unos años, cuando entendí que la magia del séptimo arte consigue despertar la creatividad, la imaginación. Ilumina de inspiración a miles de personas. Llena de sentimiento a otras tantas. El cine sabe contar historias, tanto reales como ficticias. Y sabe llegar a tantos temas como países, sociedades y culturas.

Parte del reparto de 'Citas', y el director, Samuel Grau. Foto de Royo Design

Y la de cientos de veces que se me habrá ocurrido, en mi cabeza, hacer un sketch, un corto, incluso una película. Pero es difícil. No sólo requiere originalidad. También tiempo, que es oro. Medios técnicos. Y la capacidad de transmitir a la gente la misma ilusión que tienes tú.

Cuando se le ocurrió a mi amigo Samuel -la persona más cinéfila que conozco- presentar un corto para el Festival 'Callosa en cine', el primero que se hacía en nuestra ciudad; y pensó en mi para ser el protagonista, acepté casi sin pensarlo, aún sabiendo que tenía que renunciar a muchas cosas, y sin saber siquiera de qué se trataba la obra. Porque en mi interior tenía la espinita clavada de plasmar mis historias imaginarias en un film, y porque había que estar en ese Festival, encima en nuestro pueblo.

El corto se grabó en dos días, y se montó en bastantes más. La experiencia era nula, y pronto las prisas nos comieron. El resultado final tenía una buena noticia y otra mala: la buena, que la historia resultaba graciosa y podía atraer al público; la mala, la calidad de imagen era muy deficiente. Culpa de no tener medios profesionales y montar con el Movie Maker.

Pero lo presentamos a tiempo. Y pese a que no fuimos finalistas, conseguimos que nos lo proyectaran en el Festival. El pasado sábado, sobre la 13:30, en la Casa de Cultura, 'Citas' era visionado en la pantalla gigante del salón de actos, logrando arrancar alguna que otra carcajada entre la modesta audiencia presente. 

Fue suficiente. Había saciado uno de mis objetivos personales. Ojalá nos hubieran dado el Premio del Público solo por subir al escenario y dedicárselo al director, que en esos momentos estaba viajando a Francia para quedarse. Pero 'Licenciado en Arqueología' fue muy bien recompensado. Fantástico trabajo de otro callosino que se aferra a la cultura como una de las mayores virtudes no sólo de este pueblo, sino de todo un país. 

Ojalá más iniciativas como éstas, que ha conseguido movilizar a mucha gente, tanto en participación, como en público; y que ha convertido un fin de semana cualquiera en una auténtica fiesta del cine en Callosa. No me he perdido ni un solo corto. Hemos disfrutado de obras magníficas de todas las partes de España, y también de una producción local que invita al optimismo. Por más festivales como 'Callosa en cine'.