No señores, no se ha acabado el mundo. Hemos sobrevivido al año 2012. Sin embargo, la profecía de los mayas sigue vigente. El 21 de diciembre acabó una Era y empezó otra, la Era del Conocimiento y la Sabiduría. Esta Era da paso a una purificación absoluta en la humanidad, por el bien de nuestro querido planeta y ser vivo, la Tierra. Podríamos estar hablando de otro Apocalipsis. Las profecías mayas son infalibles, por lo tanto es más que probable que los próximos años sean los últimos de tu existencia. Y en este blog vamos a disfrutarlos al máximo ;)
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domingo, 22 de abril de 2012

La verdad del Clásico

Sí, lo sé: este blog no habla de fútbol. Para eso ya tengo otros. Pero hoy haré una excepción, porque lo que escribo en Córrete la Banda o Futboling Lereliano son artículos redactados por mi. Lo que voy a exponer a continuación en esta entrada son pequeños fragmentos de periodistas a los que les tengo un gran respeto y reconocimiento.



Ayer el Real Madrid ganó el Clásico al FC Barcelona en el Camp Nou por primera vez en cuatro años, por primera vez con Mourinho de entrenador, por primera vez para ganar una Liga después de tanta sequía. Me he llevado muchos palos en las últimas temporadas: los apabullantes 5-0 y 2-6, las múltiples derrotas en nuestro propio estadio, la eliminación de Champions que nos dejó sin final, el gol de Messi en el descuento que nos privó de la Supercopa de España, la eliminación en Copa del Rey en el presente año... pero ayer se acabó. Ayer ganó el Madrid por fin. Podría hacer crónica, pero mi opinión, a parte de poder darla mañana en el programa de ¡Córrete la Banda! en Radio UMH, no tiene sentido alguno para casi nadie. Lo que importa es lo que dicen los expertos, los que se han ganado toda mi consideración y que pueden decir alto y claro lo que sucedió en el Camp Nou. Cada uno puede tener su visión del gran acontecimiento y de las gigantescas consecuencias, pero seguramente sean estas personas las que más se acerquen a la verdadera realidad del asunto.

Rubén Uría: El mejor Madrid de los últimos años se olvidó de la histeria colectiva, de la conspiración y de sus excusas de mal pagador, para desplegar el potencial de fuego de un equipo que abraza, de manera justa y merecida, un título. Un campeonato que debería servir para rearmarle y creer que a la institución, a pesar de quien pese y se llame como se llame, le sienta mal no intentar jugar bien. Con ambición, determinación y autoridad, el Madrid manejó mejor los tiempos de un partido donde brilló en el primer y el último tramo, sufriendo tras el descanso, el periodo donde cedió iniciativa y balón a un Barça, hasta entonces tan desactivado como desconocido. El equipo de Mou, el de los récords, las estadísticas y el saco de goles de sus dinamiteros, conquistó el Camp Nou para romper la supremacía de un Barça que, desde hace tres años y medio, le había condenado a sentarse en del diván del psiquiatra.

Martí Perarnau: Campeón de Liga merecido este Real Madrid consistente en su regularidad, mortífero en la pegada, contundente en la organización defensiva. Al término de las 38 jornadas habrá tenido muy pocas lagunas y escasas ausencias. Su juego imperial del primer tramo de temporada no ha tenido continuidad en el segundo, pero ha sabido amarrarse a su inmenso espíritu competitivo para sacar adelante un título que el Barça le ha peleado hasta las heces (...). El Barça de las imprecisiones frente al Madrid de los aciertos. En otras ocasiones fue al revés, pero hoy todo marchó en la misma dirección. Al descanso, el equipo local había batido su plusmarca absoluta perdiendo nada menos que 42 balones, una barbaridad estadística para un equipo acostumbrado a jugar en una baldosa y no perder nunca el cuero. Incluso un muro como Puyol se dejó comer la tostada ante Khedira en un primer gol que dio alas al futuro campeón (...). Habrán sido dos locomotoras espléndidas peleando durante meses en un reto inolvidable. Llegarán ahora momentos interesantes para ambos: la digestión de la victoria para un vestuario madridista que llevaba tres años dolientes a la sombra de su rival y que parece tener muchas cuentas externas pendientes; y la asimilación de la derrota por parte de un barcelonismo con raíces cainitas que a estas horas debe andar dudando de un equipo irrepetible y un entrenador excepcional.

Julio Maldonado (Maldini): Antes que nada, ganar hoy en el Camp Nou convierte al Real Madrid en justísimo campeón de liga. Eso es así. Único guión posible, Barça con la pelota y el Real Madrid atrás. Defendió bien, controló bien y el Barcelona repitió errores de Londres. Xavi no está bien, viene avisando hace tiempo. Ante rivales tan cerrados el mejor Xavi no está. Su cambio, lógico. Será clave el martes. En cuanto a Pepe, tremenda su exhibición. Igual que se le ha criticado con acciones injustificables en su momento, como central es un portento.

Borja Pardo: Jugadores y entrenador azulgranas deberán reflexionar seriamente que falló para sucumbir de ese modo en el partido clave de la Liga. Pienso que Guardiola leyó francamente mal el partido, no acertó con los cambios y éstos llegaron muy tarde. Se demostró que Guardiola es humano y puede fallar, se demostró que jugadores Campeones del Mundo y Campeones de Europa pueden acusar la presión y la ansiedad de un modo evidente. Un mal día. No se alarmen. Tienen crédito para fallar. En el fútbol, las emociones y los estados de ánimos juegan tanto o más que la calidad individual, y las emociones las controló mejor el Real Madrid que siempre llevó el tempo del partido, aunque fuera en la sombra.

Santiago Segurola: El mérito del Madrid residió en su capacidad para desactivar el fluido juego que caracteriza al Barça, cuyas cualidades quedaron empequeñecidas por el eficaz muro defensivo del Madrid. El discreto partido del Barça no estuvo a la altura de su ambición. No traicionó su identidad, ni resultó irreconocible. Al contrario, dispuso de la pelota en cantidades industriales -73% de posesión, nada menos- y jamás abandonó su plan. Pero eso no fue suficiente.

Diego Torres: Cristiano hizo algo que viene practicando desde hace año y medio. Vivió pegado a la banda izquierda como un satélite del Madrid. Fue el jugador más liberado de cuestiones defensivas en su equipo. Se dedicó a esperar. Más que nunca, aguardó al balón largo para atacar a Puyol. Lo posibilitó el esquema presentado por el Barça, con tres centrales y amplios espacios en los costados. La labor no fue nueva para él. Lo que resultó novedoso fue su serenidad para afrontar un duelo que hasta ayer le había sacado de quicio. En ningún momento exhibió aquella ansiedad por marcar que tantas veces le arrastró a la desesperación. Su gol, el 1-2, fue el número 42 en su cuenta. El más importante de los muchos que han empujado a su equipo hacia un final exitoso. El gol que puede decidir el campeonato y, quizás, su ansiado Balón de Oro.

Marcos López: Sin cambios, ni novedades posicionales, el Barça no encontraba los caminos, el Madrid caminaba hacia el campeonato mientras que el Barça dejaba la sensación de agotamiento y la peor versión en partido grande desde que está Guardiola en el banquillo. Confusión, Iniesta incómodo, Xavi desaparecido y la manija para Thiago. El cambio de Xavi era obligado. Salió Alexis y el Barça explotó. Velocidad y más velocidad, empate en la primera jugada. Ardía la liga, contrarreloj absoluta, todo o nada, ataque masivo y una triangulación a campo entero entre el mago Özil y Cristiano que detonó la liga. Game over, al Barça sólo le quedaba correr y correr como pedía Guardiola luchando por negar una derrota que se sobrevenía. Ansiedad, precipitación y pérdida posicional. Era una locura, descontrol, un camino hacia ninguna parte que el Madrid detectó pronto. La obligación del Barça le había cambiado la mirada, el primer gol fue el hundimiento, el resto un quiero y no puedo donde el Madrid fue mejor, esta es su liga.


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