Probablemente, lo mejor de una semana un tanto atípica, con la vuelta a las clases, el calor de agosto en pleno octubre, la academia, el dolor de mandíbula y un pesimismo que últimamente me corroe, ha sido, aparte de mi aportación a la Guía Sphera, la visita al IKEA del Thader de Murcia. Era la segunda vez que iba desde que fuera por primera vez hace unos años. Si en aquella ocasión flipé en colores, el pasado viernes quedé prendado como si no hubiera ido jamás. Me chiflan esos sitios cargados de cualquier cosa que quieras comprar -también me pasa con la Casa del Libro-. Y si encima también puedes comer allí, platos como codillo con patatas o albóndigas suecas... entonces es como estar en el paraíso.
Nunca pensé que diría esto, pero gente como la que hace posible IKEA hace posible un mundo mejor y más organizado.
PD1: No, no me pagan por hacerle publicidad a IKEA (Ojalá)
PD2: A mis tíos Maite y Rubén sí debería pagarles IKEA. El 85 % de sus cosas son de allí.
PD1: No, no me pagan por hacerle publicidad a IKEA (Ojalá)
PD2: A mis tíos Maite y Rubén sí debería pagarles IKEA. El 85 % de sus cosas son de allí.
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