San Valentín

Hoy es 14 de Febrero, San Valentín, pero me importa un carajo. A lo largo del día todo Cristo ha logrado recordármelo, desde Twitter hasta el Mercadona. Como dicen muchos, San Valentín en realidad es "San Corte Inglés" (o en Callosa, "San Corte Chino"), un simple día como otro cualquiera donde los más ingenuos hacen caso de los grandes almacenes y compran productos carísimos para sus amantes/novias/esposas, argumentando que están "enamorados". Desde luego, no seré yo quien les quite a éstos la idea de la cabeza. Bien podrían utilizar el dinero para otra cosa en lugar de flores, joyas o cajas de bombones, pero cada uno hace lo que quiere. Allá cada cual con su crisis económica.

Si, me da igual que hoy sea San Valentín (felicidades al perro de Vicenta). Hoy ha sido la vuelta a la Universidad, al tajo, a madrugar y pasar el día entero muerto de cansancio. A coger el tren con su ruido y su revisor de siempre (que por cierto, ha sellado los billetes con corazones). A volver a soportar otra clase soporífera de Miguel Carvajal. El día que hemos conocido a nuestro nuevo profesor de Comunicación e Internet, que primero nos ha cagado encima y acto seguido nos ha sacado varias carcajadas. Hoy he aprendido que ésta será una asignatura jodida (o chunga, como él la ha llamado), que excepto dos o tres de una clase de 120 alumnos, todos trabajaremos en Internet; y que prácticamente ya tengo un 10% de la materia aprobada, pues he llegado a escribir en cinco blogs simultáneamente.

Hoy ha sido el día que he vuelto a ganar la jornada de la Liga Fantástica. Resulta reconfortante, pero a la vez suena un poco ridículo pensar que, ahora mismo, las pocas alegrías me las da este famoso juego de Marca.com. También ha sido el día que peor me va Internet en mucho tiempo. Se me ha caído el chat de Tuenti tropecientas veces. Y no, aunque se lo haya dicho por enésima vez, mi madre no va a cambiar nuestra tercermundista conexión "wifi".

Hoy es el día que he vuelto a escribir para ¡Córrete la Banda!, que he vuelto a comer del "Te lo llevas", que he vuelto a comprar en el Mercadona, que he sufrido el intento de mi madre de enseñarme a utilizar las marchas del coche, que he vuelto a comer lacón con aceite y pimienta... el día en el que el 70% de mi cerebro pensaba en la Champions. Sí, hoy ha vuelto la mejor competición de clubes del mundo. Ganaron Barça y Lyon y me volví a tragar otra renqueante retransmisión de Sergio Sauca. Como no, volví a ponerle verde por Twitter. Por cierto, podrían dignarse ya los señores del pájaro azul a ponerme la versión nueva, por favor. Estoy hasta los cojones de la pestaña Actividad...

Y eso, hoy han pasado muchas cosas, pero como todos los días. Mañana pasarán muchas más, y no por ser un día especial (que lo es), sino porque la vida es así, está cargada de elementos que sólo contemplamos si los pensamos detenidamente. ¿San Valentín? No, por favor. Apuesto a que el 15 de febrero, a pesar de ser San Decoroso o San Quiridio, es mucho mejor que el día de hoy. Puede que piensen que lo digo porque no estoy enamorado, pero se equivocan. El mejor día de los enamorados es el día menos pensado.