Película frenética, y no, no es de acción. Es una historia real (me encanta) contada de manera espectacular por Aaron Sorkin, guionista de grandes películas como Moneyball, la Red Social o Jobs, que se estrena en la dirección con una maravilla que, sin embargo, solo cuenta con una nominación para los Oscar. Solo una.
Molly's Game está nominada a mejor guión, por supuesto. Quizá debió ser nominada también a mejor película y director, pero lo demencial es que no lo esté Jessica Chastain, que en poco más de un año representa dos papeles de dos mujeres con marcada personalidad, y que le valieron nominaciones al Globo de Oro (para mí, las mejores actuaciones de su carrera): Elizabeth Sloane en 'El Caso Sloan' y Molly Bloom en este film donde se come la pantalla.
La película es ella desde el principio. Es Jessica hablando en primera persona, contando la promesa del esquí que era, cómo se lesionó, como se marchó a vivir lejos de su familia, cómo afrontaba los problemas familiares, cómo se metió de llena en las partidas de póker millonarias. Cómo se hizo con el control, cómo se hizo rica y cómo se enfrentó a un juicio que podía condenarla a la cárcel por meterse de lleno en las apuestas ilegales relacionadas con la mafia rusa.
Imposible desviar la mirada de la pantalla. No se la pierdan.
Nota en Filmaffinity: 8
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