Me quiero dirigir al Rey de la Hamburguesa, más conocido por todo el planeta como "Burguer King". Casi sesenta años en el negocio y compitiendo por un puesto en lo más alto de las compañías de comida rápida -es la segunda más grande del mundo-, creo que no necesita demasiada presentación. ¿Por qué quiero dirigirme a él en este señalado día? Básicamente, porque han trastocado todos mis planes en cuanto a salud, hábitos y adelgazamiento. Todo empezó en el mes de diciembre, cuando Burguer King sacó una serie de tickets - descuento realmente escandalosos, probablemente los mejores de su historia.
Estos tickets, que se podían imprimir en casa y llevarlos al establecimiento más cercano ya fueran en blanco y negro, agujereados o arrancados brutalmente de su hoja, permitían un ahorro de más de 70 € por cada 18 cupones. En los últimos cinco años creo que acudí tres o cuatro veces a este tipo de restaurante. En las tres últimas semanas ya he ido a Burguer King hasta en ocho ocasiones. Me da miedo hasta comprobar las calorías que he podido ganar.
Había que aprovechar esa suculenta oferta -no me malinterpretéis, no soy tan goloso como parece-, así que mis colegas y yo comimos hasta hartarnos y esperamos a que el año acabara, con la certeza de que no íbamos a volver en mucho tiempo. Craso error. Burguer King se ha dado cuenta de que sus descuentos son una mina de oro que hay que explotar. Así que han vuelto a sacar nuevos tickets-descuento hasta el 31 de marzo. Toma ya. Por eso ayer volvimos al lugar del crimen.
Y por eso hago este llamamiento, oh Rey de la Hamburguesa, para que acabes con estos descuentos malignos que perturban nuestra mente y agrandan nuestro estómago. O tendré que recurrir a ese documental donde un tipo casi muere atiborrándose de McDonald´s. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario