No señores, no se ha acabado el mundo. Hemos sobrevivido al año 2012. Sin embargo, la profecía de los mayas sigue vigente. El 21 de diciembre acabó una Era y empezó otra, la Era del Conocimiento y la Sabiduría. Esta Era da paso a una purificación absoluta en la humanidad, por el bien de nuestro querido planeta y ser vivo, la Tierra. Podríamos estar hablando de otro Apocalipsis. Las profecías mayas son infalibles, por lo tanto es más que probable que los próximos años sean los últimos de tu existencia. Y en este blog vamos a disfrutarlos al máximo ;)
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jueves, 13 de noviembre de 2014

Pesadilla en la cocina

Ayer me quemé por primera vez cocinando. "Sí, es lo que tiene freír todos los días, después de no haber dado un palo al agua en tu vida", diréis. Pero he cocinado durante tantos años y con una soltura impropia que hasta este momento no me había pasado. Yo, que refunfuñaba de los fogones de mi casa, siempre mal puestos después de limpiarlos, ahora los añoro como si no hubiera un mañana. Las ganas que tenía de cocinar, de hacer platos para mis pupilos -José y Sergio-, en una cocina vieja pero utilizable al fin y al cabo...

Pues bien, tengo que decir que nuestra cocina es una jodida pocilga. Y no solo por el olor, ni por la fregaza sin limpiar, ni por el cachumbo de la ropa sucia a punto de explotar. No. Hay un problema muy gordo con los fogones. Con el horno. Con el lavavajillas. Con el frigo. Con el microondas. Y dios sabe que me estoy olvidando de muchas cosas más.

Los fogones


Es lo peor no sólo de la cocina, sino de toda la casa. Pones una sartén de cualquier tamaño y se tambalea. Y lo peor es que solo se fríe la mitad más cercana al fuego. Si hago cuatro filetes, dos pueden quedar torrados y los otros dos crudos. Como ayer la tortilla de patatas: mitad doradita, mitad huevo líquido. Cuando fui a darle la vuelta otra vez, me salpicó el aceite y lo tiré todo al suelo. Tuve que echarme pasta de dientes en la mano. In my life.

El horno


El horno huele como si hubiéramos asado mierda. Al enchufarlo -hay que apretar, encender con una cerilla un agujero y esperar unos diez segundos- la casa adquiere un olor extraño, como a pato incinerado. Y luego descubrimos que, por ejemplo, torra las pizzas por abajo pero las deja casi intactas por arriba. El otro día se nos cayó una encima del agujero ardiente y el resultado ya lo imaginarán. Pizza calentita.

Lavavajillas



A este le he pillado el tranquillo, pero no fue nada fácil. Tuvo que subir el portero para, con su mano de Rey Midas, tocar algo al azar y hacerlo funcionar. Le das a la ruedecilla de la derecha hacia la izquierda, un poco. Vemos que arranca, pero que al minuto o menos se para. Entonces volvemos a girar hacia la izquierda y funciona hasta el final. ¿Lo malo? José tiene la teoría de que este aparato estropea los vasos. Ya se nos han roto dos: uno, sacándolo y al tocar con una puerta partirse en dos; el otro, ayer en un acto propio de un fantasma: Sergio se hizo un vaso de leche y cuando iba al salón, el culo cayó de golpe al suelo y la leche se desparramó sin más. Alucina vecina.

El frigo


Con el frigo acabo rápido: SIGUE TENIENDO EL MISMO TUFO A PODRIDO QUE EL PRIMER DÍA.

Microondas


El caso es que el dueño del piso ni lo incluyó en el inventario porque dijo que era muy viejo y que nos lo regalaba. Pues casualmente es lo que mejor funciona. La pega: no calienta un minuto. Es decir, tienes que poner dos minutos como mínimo. Es decir, si no estás contando cuánto tiempo lleva, igual en vez de leche te bebes un vaso de lava volcánica.


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