No señores, no se ha acabado el mundo. Hemos sobrevivido al año 2012. Sin embargo, la profecía de los mayas sigue vigente. El 21 de diciembre acabó una Era y empezó otra, la Era del Conocimiento y la Sabiduría. Esta Era da paso a una purificación absoluta en la humanidad, por el bien de nuestro querido planeta y ser vivo, la Tierra. Podríamos estar hablando de otro Apocalipsis. Las profecías mayas son infalibles, por lo tanto es más que probable que los próximos años sean los últimos de tu existencia. Y en este blog vamos a disfrutarlos al máximo ;)
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jueves, 27 de julio de 2017

Vitoria, un placer en verano




A mi madre le diré que a partir de ahora, si hacemos un viaje en verano, que sea al norte. No tiene ni por qué ser al norte de España. Me vale con cualquier norte. Al norte del planeta si es preciso. Al polo norte. Al gran norte con capital en Invernalia. Me da igual. Lo importante es que haga frío, o al menos que no haga el insufrible calor que estamos padeciendo en Madrid-Callosa.

Quizá la temperatura fue lo que hizo que Vitoria me gustara desde el primer momento. Desde que salimos del tren en pantalón corto y nos encontramos con 20 grados menos que hacía cuatro horas. Incluso llovía. Tuvimos que abrir las maletas en medio de la estación para sacar las chaquetas y los pantalones largos. No podía dejar de sonreír.



Tuvimos bastante suerte. Porque mi madre pilló el mejor hotel posible, en pleno centro, cerca de todo, con un bar con buenos desayunos (un bizcocho que estaba de muerto) casi en la puerta, tiendas y más tiendas alrededor, y los lugares de interés (como la Plaza de la Virgen Blanca, o el Museo de Naipes Fournier, o la Vieja Dama) a un paso.

También tuvimos suerte porque, sin saberlo, se estaban celebrando las pre-fiestas de Vitoria, y pudimos disfrutar de un gran ambiente. Los bares llenos, charangas en cada calle, concursos, espectáculos... Una pasada.



Encima, Vitoria es una ciudad súper-futbolera. Banderas del Alavés en cada balcón, en cada bar (incluido uno de una aficionada que hacía una tortilla de patatas con chorizo buenísima) y en cada vitoriano que no dudaba en llevar la camiseta blanquiazul. Orgulloso equipo de Primera División y finalista de la pasada edición de la Copa del Rey. Poco más se puede pedir, la verdad.

Sí, vimos Mendizorroza. Y el Buesa Arena. Y dos parques naturales, además de todos los monumentos de la ciudad. Lo único malo del viaje fue tener que volver a la realidad. Cuando salimos del tren, Chamartín parecía la entrada al infierno. El próximo verano hay que repetir: Lo más alejados del sur.


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