Es evidente que la historia llega mucho menos que la obra de 1996. La heroína es clave entonces, y aquí apenas se trata el tema. Ahora son adultos, siguen envueltos en problemas, pero nimios comparados con los de antaño. La secuela entretiene y te hace sonreír en más de una ocasión, pero está muy lejos de la primera.
Del doblete Trainspotting me quedo, sin duda, con este temazo.
Y, por supuesto, con este texto. Dan ganas de leerse los libros. Quizá lo haga.
Nota en Filmaffinity: 6
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