Nueve años. Nueve años de excursiones comeboyeras, una tradición que un día estuvo en riesgo de extinguirse pero que tiene pinta de que perdurará para siempre. Empezó como una quedada entre amigos que jugaban a la Liga Fantástica Marca. Pero cuando decidimos ir un 28 de diciembre (día de los inocentes) la cosa cambió.
Desde entonces, no hay Navidad que no vayamos a Alicante, a la zona de Maissonave, a pasar el rato. A jugar en los recreativos Orenes. A comer porras con chocolate caliente. A probarnos trajes para la supuesta boda del Chava (siempre la cancela, maldita sea) y a comer como reyes, en este caso en el Lizarrán. Y por supuesto, no puede faltar la parada en la Casa del Libro, donde Fenoll se da un respiro.
Esta vez tenemos incluso un vídeo para que vean el proceso de la 'inocentada' de los trajes. Que la disfruten.
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